4.4.13

Más allá de las violaciones y las vans

Los periódicos brasileños acaban de publicar en internet que hoy por la mañana un grupo de alemanes fue asaltado en una van a camino del Cristo. En algunas horas más, seguramente, la noticia estará en portada internacional - sobre todo porque, hace menos de una semana, una pareja de turistas sufrió violencia física grave dentro del mismo tipo de camioneta. En general, hechos así suelen ganar un efecto domino en la prensa. Encima cuando la imagen de la ciudad está en juego.

Empezarán a pensar que las vans son inseguras. Bueno, lo son como los demás transportes. Aunque este tipo de suceso no sea común aquí, quiero recordar que no es la primera vez que hubo un caso de violación en un transporte público de Rio. El febrero del año pasado una niña de 12 años fue violada en un autobús mientras el colectivo hacía el trayecto Leblon – Jardín Botánico a plena luz del día. ¿Estará su agresor encarcelado? No lo sabemos.

No estoy haciendo comparaciones sino mencionando hechos. Todos apuntan una triste verdad ya muy sabida: que la ciudad no es segura y todavía, pese los esfuerzos del gobierno, no se puede frecuentar algunas áreas o salir en determinados horarios más críticos sin que uno se arriesgue mucho – sea turista o habitante.

Me produce indignación saber que algunos sitios esenciales con grandes problemas de seguridad siguen sin tratamiento adecuado, como es el caso de la Terminal Novo Rio, sobre el que escribí el pasado octubre. Se dice que el problema será arreglado en pocas semanas con más vigilancia. Difícil de creer. Por lo visto, la policía tendrá mucho más trabajo de lo que se supone…

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